Soy
Un punto
Un segmento
Un círculo
Un triángulo
Un polígono
Un cilindro
Ruedo.
Me persigo para ser poliedro
me persigo para no entenderme nunca
para hacerme una ecuación en la pizarra de Newton
Si dos rectas pueden ser paralelas,
¿por qué la que se tumba a mi lado sonríe como un puñal en mi vientre?
Mi dolor es oblicuo
no le busques congruencia a mi geometría
no sabes la de veces que me pongo a montar el puzzle
y monto el circo.
El axioma de Euclides es el grito de Munch ante
este
espectáculo,
yo soy la que aplaude
la del pasillo dos,
como si hubiera visto un espectáculo de focas teniendo 3 años.
El cinismo es un mal chiste a mi lado.
Si no me encuentro yo, vas a encontrarme tú, Euclides,
encontrarás cualquier eufemismo que suene mejor:
Bala perdida
Nostálgica nocturna
Herida de una ala
La del corazón tuerto
pero
no podrás decir que soy una línea sin anchura
no podrás decir que soy un círculo
ni un punto dentro de un círculo
ni un punto
No podrás acabarme como aquel dictado en el que un niño compraba peces
y los echaba a un vaso,
no podrás decir que una recta es tangente a mi dolor cuando no me corta
porque siempre me corta
y me sangra
y odio la recta llamada miedo
y odio estas manos en esta recta
no sumaré 180º para hacerte feliz,
no hallarás el límite
ni el mío
ni el tuyo
ni el nuestro,
porque siempre estaré empezando a quererte cuando estés empezando a irte
No me quemarán como a uno de los teoremas en Alejandría
no seré ilegal
seré infinita
-infinitamente-
tan infinita como para no cogerme nunca de punta
a coma, comillas, abre paréntesis
(la ausencia no admite signos de puntuación)
Podrás decir en cambio,
que todos los ángulos rectos son congruentes
afirmarlo en un panteón y que suenen aplausos,
pero ninguno de mis ángulos es congruente y todos
culebras,
vertientes
de
insomnio.
Encontrarás cualquier eufemismo
pero no a mí.
No soy un triángulo
equilátero
isósceles
escaleno,
no soy un triángulo, así que deja de dibujarme y
mejor ráyame
mejor disuélveme en el folio
mejor dilúyeme los ojos:
mejórame
invisible.
Y yo en el fondo me río
como Cruella de Vil secuestrando a los dálmatas,
Proclo se habría roto la cabeza por mí y le habría invitado a un buen Vodka.
No tiene ni puta gracia:
la vida que no vive, la vida que es centímetro cúbico y empapa.
¿Qué réplica es esta tan mía si todos queréis vivir?
¡¿Por qué me miráis así?!
¡Qué haces tú ahí parada
empapándote de mí
tiritándote de mí!
algunas noches
me río
también
de la lluvia.
Este álgebra ya no escupe sirope
y ahora no quiero llorar
pero lloro:
lloro un 3 y un 6 y un 348
lloro todo lo que racionalicé
y se me siguen escapando los números.
Mi lágrima es una línea recta intentando apagar la hoguera
y pienso:
para, que entra papá y te ve con toda la lluvia,
para.
Os juro que no pensaba llorar,
es solo estos dedos en este teclado en este cuerpo tan mío
y sigo tecleando para retenerme las lágrimas,
así así, muy rápido, tecleo y escribo cualquier tontería como que lloro, para dejar de llorar y
PARO
y es triste
hacer de mi dolor
línea recta.
Es gracioso que llore escribiendo un poema de geometría
y luego le regale un cubo de rubrik al chico que me gusta:
“Toma, para que te entretengas
para que no sepas nunca quién soy
para que me quieras así de isométrica”
“Rara”, dira él,
y será tan tonto por quererme
y tan valiente
y tan en vano.
Siempre regalo cubos de rubik.
Coloridos. Imposibles.
Y yo me quedo tan tranquila.
de verdad, me quedo tranquila como un huevo en la olla
me veo evaporar.
Yo. A mí. Ahí dentro.
Y subo el fuego.
Me doy una palmadita en la espalda.
Lo tengo todo controlado.
No voy a rodarme ahora.
No voy a cocinarme estas mil dudas:
estoy sosa, me echaré sal.
azúcar
miel
sacarina
no voy a rallar zanahoria, machacar semillas de amapola.
Comerme mi felicidad.
No voy a jugar con las especias.
Ponerme un poquito de ganas.
Y de postre esta farsa.
No.
No seré tan cínica y en todo caso,
pelaría una cebolla.
Voy a contemplar esta lámpara de sal que me regaló mi madre y quita las malas vibraciones.
Meditaré.
Quemaré incienso. Cogeré aire muy fuerte.
Escribiré sobre lo mal que va el mundo.
Y lo tiraré, tiraré el aire y el mundo.
Veré una película de Woody Allen.
No escucharé Anthony and the Johnsons.
Volveré a llamar entretenimiento a mi dolor el entretenimiento se reirá
y yo estaré muerta en frente de una pantalla.
Te escribiré la canción más bonita del mundo y que le jodan a Amaia.
Y ya estoy siendo cínica.
Soy la chica más cínica del mundo cuando me atrevo a quererte
Cuando te estoy queriendo y me estoy matando
Cuando me estoy matando y en cambio te llamo:
valiente, héroe, bonito.
Euclides, calcula el volumen.
Arquéame, nombrarme Arco:
arco plegado en cruz, cuerpo colorido y pálido.
Traza la distancia más larga desde un cabo hasta el otro
y toma mil cabos más
y toma tiempo
y dudas
y silencio.
Y tú
desnúdame esta ausencia
y
toma
mi paz.
En el fondo siempre quise que me hallaras
pero en el fondo
era mentira:
en el fondo
no había nada.
No le digas a nadie que al final mi corazón será tuyo
y que yo me iré.
Prométeme que me sirvió de algo desembocar en ti un día,
que yo me iré y será cierta mi huida
que yo me iré y me llevaré también mis ojos.
Cuando me encuentres yo ya habré muerto.
Eres muy alucinante.
no sé lo qué haces con el lenguaje, pero me encanta y me remueve cosas. hay frases que llegan directas, de verdad, sigue haciéndolo así, a tu manera. eres peculiar y tienes arte. las fotos genial. poesía escrita y visual.