trascender

«No sé si en esta vida hay que hacer muchas o pocas cosas pero sí sé que hay que hacerlas con amor. Sobre todo, lo que quieres hacer, al menos, intentar hacerlo, no quedarte con las ganas, y tampoco impacientarse, porque lo impaciente al final bloquea y desgasta. Hay que saber equilibrar la energía de todas de las cosas que queremos hacer. A veces no sabemos porque son tantas que acabamos dispersos en nosotros mismos y la dispersión lleva a la inacción y la frustración. Por ejemplo, yo llevaba años con la idea en la cabeza de hacer collages, compraba libretas con papel de diferentes texturas, y plantas secas y cositas de decoración en los chinos: lo almacenaba todo y nunca empezaba. ¿Por qué?, quizá porque juzgándome yo misma con la voz del resto, le daba más importancia a los porqués de ellos que a los míos. Típico. Y no, no y no. Hay que estar por encima de los porqués del resto, hay que estar por debajo de nuestros porqués, sustentarlos, darles base con amor y ternura, y que crezca lo que tenga que ser, porque el alma siempre sabe de qué modo expresarse, aunque tú no tengas ni pajolera idea, y yo ahora pienso que si algún día soy madre me gustaría decirle a mi hija: «mira, tu mamá de jóven pegaba violetas y poemas en libretas», y pasar juntas las páginas. Creo que transcender en esta vida es eso.»

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