la belleza del mundo tiene sus ojos

«Desde entonces veo sus ojos en todas partes:

en los raíles del metro, en los huequitos que hacen las nubes cuando suena música en el coche de papá, en los jerseys bonitos de los chicos feos, en los dibujos infantiles de Picasso. Me mojan desde las fuentes, se asoman rebeldes desde las alcantarillas negras, me dan vértigo desde el asfalto y la tiza. Piso sus ojos en los charcos, chapoteo en sus ojos el reflejo de pináculos y vivos rosetones, salpico mis medias con sus ojos y escucho el eco de sal marina del niño del verano.

Sus ojos se ocultan en las gárgolas de seres renacentistas, me incitan en cucuruchos de vainilla que lametean las niñas con coleta, se cuelan por mi falda, me besan las braguitas, me hacen soñar en cafeterías de luto, me miran desde los séptimos versos, me esculpen como Miguel Angel, me dicen como Shakespeare lo de aquel. Me cortan el aliento en la boca del estómago.

Veo sus ojos en todas partes, en todas las cosas.
Todas las malditas cosas están hechas de sus ojos,
sus ojos fueron las cosas con las que nació este mundo.
Sabed de lo que hablo, sabed que es cierto,
que yo los he visto, que yo lo sé:
la belleza del mundo tiene sus ojos.»

1 Comentario la belleza del mundo tiene sus ojos

  1. caterine 23rd junio 2017 at 5:54 pm

    Veo sus ojos en todas partes, en todas las cosas.
    Todas las malditas cosas están hechas de sus ojos,
    sus ojos fueron las cosas con las que nació este mundo.

    no se que sería más hermoso….

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