El amor con la risa




Si algún día te da por quererme, por invitarme no sé a cuál paraíso, invítame también con mis miedos. Y cuando estemos juntos, allí, con todas las maletas del infierno y sus desgracias, con todas las tripas deshechas y la indigestión de la rabia, junto al coraje, la ambición y el orgullo, con toda la tropa de amores pasados, de plásticos torpes sobre las heridas. Cuando invites también a mis manías, a mis terribles miserias e inseguridades, cuando hagas de mis noches luciérnagas y yo de ti pan y mieles, cuando los pájaros ya no sean pájaros sino ciervos dislocados y los colmillos lenguas tristes. Cuando la lluvia cese y el bosque cese y el lago ya no sea lago, cuando al fin estemos bailando sucios, andrajosos, distraídos…

Solo entonces y porque lo merecemos, hagámonos el amor con la risa.

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