«Sabemos dónde hemos nacido, pero no sabemos donde vamos a morir» – Isaac

Isaac, Gambia.

«Cuando no estás conectado a tus creencias, encuentras excusas en todo para estar en conflicto, sin saber que tú mismo estás poniéndote en conflicto. Yo soy de Gambia, nos envuelve una brisa entre fresca y cálida, fresca porque estamos pegaditos al atlántico y cálida porque vivimos en comunidad, pertenezco a la tribu Mandinka, que también está en Senegal y Costa de Marfil.

Es gracioso, ¿no? yo vengo de una tribu pequeña, y vengo aquí, a esto tan grande y me encuentro que la gente tiene su mente más cerrada que yo, que la gente de mi tribu. Alguien va andando por la calle y siento su rechazo encima de mí, y pienso: vale, otra persona más influenciada por la tv, las noticias y su amiguito, ¿ah?, me dan exclusión y yo les doy paz. Es triste pero no voy a enfadarme. Ellos no se acercan porque no salen a la calle con esa energía que une, ¿entiendes? Si tú sales con tu energía positiva, atraes energía positiva, de Senegal, de América, de cualquier nacionalidad, no hay barreras en la energía.

Si tú le das a alguien algo malo, te rebota a ti mismo. Hay que analizar la situación, porque no sirve lo que piense uno o lo que piense el otro. La realidad esta siempre en su sitio. Yo llevo haciéndolo desde los 14 años, siempre he sido autodidacta con todas estas cosas de la mente, y gracias a mi madre, que siempre me decía:
«Sabemos dónde hemos nacido, pero no sabemos donde vamos a morir».

Me preguntas por el momento más feliz de mi vida y pienso -ojos vidriosos- que el momento más feliz de mi vida es ver la cara de mi madre otra vez: sus ojos. LLevo diez año sin verla, pero da igual, ahora mismo la estoy viendo, quizá tú eres una señal de mi madre, Dios está en todo. Ella está en Texas con mis 7 hermanos, 6 chicos y una chica. No puedo viajar allí porque tengo problemas de papeleo con la marihuana. Pero no pienso en eso, hablamos todos los días, nosotros estamos unidos, nos sentimos, es lo importante.

Respecto al amor. No sé, la tv habla de machismo en nuestras culturas, estilos de vida. Manipulan todo. Te pondré un ejemplo: en Gambia, las mujeres trabajan menos que los hombres, porque los hombres hacen el trabajo más duro, sí, pero las mujeres también pueden trabajar si quieren, pueden ayudar. Simplemente hacen otros trabajos, y para ellas está bien así, pero son libres, no hay desigualdad, por lo menos en Gambia, no hay mal trato, hay mucho respeto y compartimos todo.

Si el hombre trabaja por la mujer luego no le echa nada en cara, le da lo suyo con cariño y respeto. Aquí dicen que no son machistas, pero imagina, si el hombre gana más dinero y quiere darle a su mujer, ¿se lo da agusto? no, la mujer se lo gasta en ropa o en lo que sea y parece que el hombre se enfada. Está todo sujeto bajo unas normas invisibles, débiles y superficiales».

Isaac

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *